Published by Stefania
Posted on 1 de abril de 2020
Trabajo en una empresa que ha estado promoviendo el homeoffice durante 10 años. Desde varias partes del mundo, y a través de diversas herramientas tecnológicas, podemos gestionar proyectos con equipos, cuyos empleados también trabajan desde sus hogares. Para los defensores del teletrabajo, no siempre es fácil entender por qué el tejido empresarial de algunos países nunca lo adoptó y asumió sus ventajas. Hasta ahora.
La propagación del brote de COVID-19 cambió los paradigmas más básicos de la sociedad. Con la incertidumbre y el miedo instalados, la mayoría de los empleados comenzaron a temerle a una de las principales rutinas de su vida diaria: ir a trabajar. La mayoría de las empresas respondieron rápidamente. Con los planes de contingencia establecidos, los empleados recibieron una indicación de que continuarían sus tareas desde casa.
Hubo varias noticias que informaron estos cambios en la forma de trabajar y se cree que este puede ser el momento para que los empleados sean más capaces y autónomos a nivel digital, con la adquisición de nuevas herramientas de trabajo. También se cree que será una excelente manera de analizar los beneficios de adoptar este sistema de trabajo, como, por ejemplo, ahorrar tiempo en viajes y en algunas reuniones cara a cara.
Las ventajas del teletrabajo son inmensas, sin embargo, me parece que siempre hubo algún prejuicio y, finalmente, la idea equivocada de que en casa, sin el control de los jefes, la productividad disminuía. Mi experiencia y la de mis compañeros de trabajo revela exactamente lo contrario. La posibilidad de administrar nuestro tiempo y lugar de trabajo es un factor motivacional incomparable. Nos sentimos valorados porque la compañía confía en nosotros, logrando mantener un equilibrio mucho más saludable entre la vida profesional y familiar, algo que en estos días es un gran desafío para la mayoría de los profesionales. Existe la ventaja, por ejemplo, de no perder el tiempo en el tráfico: ¿te imaginas lo beneficioso que es para un empleado no estar atrapado en atascos de tráfico interminables, llegar al lugar de trabajo ya estresado y sin energía para enfrentar el resto del día? Créeme que para la empresa también es mejor. Estará más enfocado y podrá responder a los desafíos que enfrenta.
Además de esta gestión interna, también existe una relación con los clientes. La distancia social que estamos experimentando ahora nos ha obligado a limitar los viajes a reuniones externas, haciendo que las conversaciones que solían ser casi siempre cara a cara fueran virtuales. Para una empresa que trabaja principalmente en oficinas, no siempre es fácil inculcar en sus socios esta noción de que existen varios procesos e ideas que pueden tratarse y discutirse a distancia.
Por supuesto, trabajar desde casa también presenta sus desafíos y sí, incluso puede ser cierto que no todos se ajustan a este perfil. Un régimen de oficina en el hogar requiere una organización estricta de los equipos de trabajo, utilizando constantemente mecanismos y herramientas que permitan mantener los niveles de productividad, la fluidez de la comunicación entre los equipos para lograr los objetivos. Sin embargo, me parece que las ventajas superan con creces cualquier desafío.
Creo que esta transición “obligatoria” al teletrabajo abrirá las perspectivas de los empleados y gerentes, haciéndoles comprender las mejoras que este sistema puede aportar a sus negocios. También me parece que con los clientes habrá cambios: todos seremos más conscientes de los viajes y del número de reuniones promovidas. Espero que estas “lecciones” permitan que la oficina en casa se implemente como una opción, incluso cuando salir de casa para ir a trabajar ya no represente un peligro potencial para la sociedad.
Opinión de Joana Carravilla en Imagens de Marca.