Published by Jorge Herrero Vicario
Posted on 17 de enero de 2018
La cantidad de datos que las personas dejan en el universo digital ha alcanzado volúmenes inéditos, y cada vez hay más por el abaratamiento de los smartphones y los paquetes de datos para el uso de Internet. Búsquedas en Google, actualización de redes sociales, compras en e-commerce o interacciones con chabots, son algunos ejemplos de fuentes disponibles para conocer mejor a los grupos específicos de consumidores.
Sin embargo, el abordaje que todavía domina en el desarrollo de estudios de mercado, sigue basándose en conceptos de 1935, el año en el que George Gallup fundó el instituto con el mismo nombre y que fue responsable de la popularización de las búsquedas de opinión pública para prever resultados de elecciones o entender percepciones de los consumidores sobre un producto.
En E.life pensamos que ha llegado el momento de jubilar al Sr. Gallup y ver desde otra perspectiva la investigación de mercado. En vez de intentar prever el comportamiento de un grupo de 12 personas, queremos analizar millones de búsquedas en Google diariamente. En vez de poner a un estudiante en medio de una calle transitada o en el aeropuerto preguntando cuál es tu yogurt favorito, queremos invitar a los consumidores que interactúen con chatbots desde la comodidad de sus casas u oficinas.
Si queremos realizar una analogía, ha llegado el momento de dejar atrás el mundo Gallup e introducirse en el mundo GAFT (Google, Amazon, Facebook y Twitter), como cuando el cine asumió el liderazgo de llevar el arte de contar historias a las grandes masas, y que durante mucho años dominó el teatro.
En E.life llevamos 14 años ayudando a grandes empresas a dar este paso utilizando la monitorización de redes sociales. Cada año evolucionamos nuestros modelos y procesos para adaptarnos a la velocidad con la que los consumidores acceden a las nuevas tecnologías. Este año, traemos una importante novedad al mercado, un concepto que hemos bautizado con el término FLOW: Inteligencia continua a través del análisis de datos recogidos en los touchpoints digitales de un público específico.
Flow engloba dos ideas fundamentales:
Cómo se aplica el modelo FLOW en el día a día de una empresa:
Ventajas principales:
FLOW es por tanto un proceso: del análisis del universo conocido pasamos a identificar lo que está fuera de nuestro campo de visión, pero que está ahí para que lo descubramos, escondido bajo terabytes de datos generados todos los días por millones de personas.
¿Aceptas el desafío de rediseñar la forma como tu empresa analiza escenarios y datos?